Es una intervención quirúrgica para extirpar la vesícula biliar, un órgano pequeño en forma de pera que se encuentra debajo del hígado, en la parte superior derecha del abdomen. Se la realiza cuando la vesícula biliar produce cálculos (piedras) conocido como colelitiasis o a su vez si se desarrollan pólipos (crecimiento de células que sobresalen de la pared de la vesícula). Para el diagnostico se debe realizar un eco de abdomen.
La función de la vesícula consiste en almacenar la bilis para liberarla ante una comida rica en proteínas y grasas, para ayudar en la digestión. Al retirar la vesícula no hay problemas en la digestión ya que el hígado sigue secretando bilis al intestino directamente, y se consigue una vida normal.
Los síntomas asociados al tener cálculos en la vesícula biliar son: dolor cólico (retortijones) en la zona superior del abdomen que se produce generalmente después de ingerir comidas grasosas, nausea, vómito, malestar general, y la piel se puede tornar de coloración amarillenta (ictericia).
El tratamiento de los cálculos y pólipos en la vesícula biliar es la extirpación de la misma a través de una cirugía mínimamente invasiva llamada “Colecistectomía Laparoscópica”. En la cual se realiza cuatro incisiones pequeñas de 1 cm en el ombligo, 5 mm y 3mm en la zona derecha del abdomen. Se inserta un tubo con una videocámara diminuta en el abdomen a través de una de las incisiones. En un monitor de video en el quirófano se observa lo que se va realizando mientras se utiliza instrumentos quirúrgicos insertados a través de las otras incisiones en el abdomen para extirpar la vesícula biliar.
Después de la cirugía que demora alrededor de 30 minutos según la complejidad de la enfermedad, el paciente pasa a la sala de recuperación por un par de horas y luego es trasladado a su habitación.
Con frecuencia, las personas pueden volver a su casa el mismo día de la cirugía, aunque a veces se necesita una estadía de una noche en el hospital. En general, se puede esperar volver al hogar una vez que el paciente pueda comer y beber sin dolor. La recuperación total lleva aproximadamente una semana.
